La actuación en su conjunto buscó recuperar con el mimo preciso que este bien patrimonial prevalezca vivo hasta el albor de los tiempos.
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En un enclave idílico perteneciente a la Red Natura se encuentra el Monasterio de Carboeiro, deteriorado por el paso del tiempo. Esta actuación es la muestra de que con un poco de cariño se consiguen resultados sutiles que benefician nuestros monumentos de manera incalculable.
La misión del proyecto era clara: solventar patologías y resolver el deterioro del paso del tiempo para poner en valor el monumento.
Con una actuación mucho más modesta que las realizadas anteriormente, se se acometen tareas de limpieza y mantenimiento para evitar que el monasterio siga deteriorándose.
Se rehace parte del muro caído en la zona oeste, se recupera el camino que circula por la parte posterior y desde el que se aprecia la enormidad de la cabecera de la iglesia, se actúa en la casa monacal para reparar los daños del paso del tiempo y del clima. Finalmente, se recuperan las pinturas del ábside y la portada sur, mostrando el esplendor de sus recursos artísticos.
Dentro del claustro, se actúa sobre los muros de cierre y se reconstruye el pequeño mirador desde el que se vislumbra el lecho del Río Deza a través de un denso filtro de rica vegetación autóctona.
La actuación en su conjunto buscó recuperar con el mimo preciso que este bien patrimonial prevalezca vivo hasta el albor de los tiempos.
